lunes, 25 de enero de 2016

Trenes de larga distancia con niños



Vivimos en Barcelona, pero la familia de mi marido es de Bilbao, así que nos hemos liado la manta a la cabeza y hemos hecho nuestro primer viaje (ida y vuelta) con nuestra hija de 18 meses y aquí os cuento algunas cosas.

Familia feliz


En la página de Renfe encontraréis fotos de familias perfectas y millones de ventajas para que las familias viajen con sus pequeños... Yo también te hablo de sus "ventajas".

Tarifa niño

Es cierto que todos los menores de 4 años viajan gratis. Sí, viajan gratis porque no tienen derecho a asiento. Deben viajar en la falda de uno de sus progenitores.
Ese es el primer contratiempo, sólo un menor de 4 años por adulto. No puedes viajar tú solo con tus dos hijos gratis, a uno debes comprarle billete aunque sabes que no va a usarlo.
Me parece genial que los niños viajen gratis, sobretodo cuando son bebés y puedes llevarlos en la mochila (totalmente recomendado).

Si tienes un menor de 4 años y quieres comprarle billete, no te preocupes, disponen de la tarifa niño con un 40% de descuento sobre el billete. Lo cual es, para empezar, absurdo.
En el trayecto Barcelona-Bilbao, nosotros cogemos los billetes con tiempo y a través de la web. En este caso fuimos un martes por la mañana (el tren sale a las 7:30h). La tarifa promo nos salió po 19,6€ por trayecto y persona. Prueba a elegir la tarifa niño cuando estás comprando los billetes... ¡Sorpresa! 39,25. ¿En serio? Claro, no aplican el descuento sobre la tarifa promo, así que mejor elige 3 adultos...

Tarifa mesa

También la venden como la tarifa ideal para viajar en familia... Y será maravillosa cuando tengas dos hijos de más de 4 años, porque es más barata, pero te cobran los 4 billetes, así que nada. Ojo con la mesa, que puede estar físicamente... ¡o no!

El carro

El carro de tu hijo debe viajar completamente plegado en el hueco para meter las maletas grandes. En la ida, como pese a tener billete promo viajamos en preferente, la azafata nos permitió dejar el carro abierto en el hueco reservado para los discapacitados y gracias a ello mi hija durmió una horilla en su carro, cosa que nos salvó el viaje. Nos dejó claro que el protocolo no lo permite, pero que hacían la excepción por ser la hora que era y no viajar discapacitados en ese tren, claro.


En la vuelta, montamos el carro en la cafetería y prácticamente me hice íntima del barman esperando a que mi hija se durmiera (estaba demasiado nerviosa como para dormirse en brazos de su madre).


En definitiva, bastante bien, la verdad es que el personal del tren muy atento y comprensivo. La niña se portó bastante bien para ser un viaje tan largo (7 horas el de vuelta porque además llevaba un pelin de retraso). Pero ni es lo más cómodo ni lo más seguro que los niños viajen así... Mochila 100% recomendada, eso sí. Veremos qué tal en próximos viajes, porque si es para pocos días, para nosotros es bastante mejor opción que coger el coche.